Como es habitual, el papa Francisco ha publicado su mensaje para la cuaresma que hoy comienza. Inspirado en el pasaje evangélico de la Transfiguración, que se leerá en las misas del segundo domingo, lleva por título Ascesis cuaresmal, un camino sinodal. Podemos hacer una síntesis del mismo a través de estas palabras clave.
- Retiro y reflexión. El papa utiliza la metáfora de la subida a un monte elevado donde se puede a la vez aislarse y mirar con perspectiva. Estamos tan enfrascados en las tareas de la vida cotidiana que necesitamos poner distancia para profundizar en el conocimiento de Jesús y acoger el misterio de la salvación.
- Compromiso. la cuaresma nos prepara para acompañar a Jesús en los momentos de su pasión y ello exige esfuerzo, sacrificio y concentración para superar la falta de fe y las dificultades que el seguimiento de Jesús implica.
- Sinodalidad. Que significa acompañamiento. Jesús quiso que su experiencia de gracia fuese compartida con sus discípulos más cercanos. A Jesús hemos de seguirlo no en soledad sino juntos, caminando con toda la Iglesia por el sendero que conduce a la salvación. El propio Jesús se autodefinió como el camino, la verdad y la vida.
- Desinstalarse. Los apóstoles que acompañaban a Jesús ante la belleza del milagro que contemplaban exclamaron “Señor, que bien estamos aquí, hagamos tres tiendas…”. Sin embargo hemos de abandonar una religiosidad anclada en experiencias conocidas y repetidas para afrontar la realidad con sus fatigas cotidianas, sus dificultades y sus contradicciones.
- Escucha. Se oyó la voz del padre que dijo “este es mi Hijo, escuchadle”. La cuaresma debe favorecer la reflexión de la palabra de Dios que nos ayuda a la conversión pero también nos impulsa al compromiso con los hermanos más necesitados. Aquí el papa aplaude el papel de las nuevas tecnologías de la comunicación que permiten llevar la palabra y el mensaje de la Iglesia a quienes por múltiples circunstancias no pueden recibirla presencialmente.
- Transfiguración, comparte la misma raíz semántica que transformación, que a su vez sugiere la idea de cambio. Ese es el objetivo fundamental de la cuaresma, configurarnos según el modelo de Jesús para asemejándonos más a Él alcanzar la gracia del misterio pascual.
La Cuaresma está orientada a la Pascua; no es un fin en sí misma, sino que nos prepara para vivir la pasión y la cruz con fe, esperanza y amor, para llegar a la resurrección.
El texto íntegro del mensaje papal puede encontrarse en: https://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/lent/documents/20230125-messaggio-quaresima.html
José Antonio González Ruíz
Teniente Hermano Mayor