Hoy domingo, 1 de diciembre, comienza el tiempo litúrgico denominado Adviento, con el que de nuevo, el ciclo de la liturgia tiene su principio con estas próximas cuatro semanas a partir de hoy, donde los cristianos nos preparamos para la venida del Mesías, de Jesús, que nació de la Virgen María y que viene hoy, en los signos de los tiempos, para finalmente venir con gloria.
El color propio de este tiempo litúrgico es el morado, salvo en el tercer domingo, en el que se utiliza el color rosado, es el domingo de Gaudete (Gozo), indicando la alegría al acercarse ya el nacimiento del Señor: “Estad alegres en el Señor, os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca.” Antífona, cf. Flp. 4, 4-5.
En el Ángelus celebrado hoy, el Papa Francisco insta a afrontar las dificultades, las angustias y las falsas convicciones «levantando la cabeza» , confiando en el amor de Jesús que nos quiere salvar y que se hace cercano en cada situación de nuestra existencia y nos ayuda a reencontrar la esperanza.
Las angustias, los miedos y las ansiedades por la vida personal o por lo que ocurre en el mundo de hoy pesan «como piedras» y llevan al desánimo; las preocupaciones «agobian el corazón» y llevan a encerrarse en uno mismo. Pero haciendo espacio a Jesús es posible «redescubrir la esperanza», especialmente en el tiempo que nos prepara a la Navidad. Con este mensaje se dirigió el Papa Francisco a los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro esta mañana, 1 de diciembre, para el Ángelus del primer domingo de Adviento.
Su Santidad recuerda que Jesús nos invita “a confiar en su amor que nos quiere salvar y que se hace cercano en cada situación de nuestra existencia, a hacerle espacio para volver a encontrar la esperanza”.